Las dueñas de esta tienda tan "neoyorkina", son Rocío y su madre Conchita. Ellas se han lanzado a abrir un espacio muy particular, dónde acogen a varios diseñadores muy distintos entre ellos. De ahí el nombre "velocidad y tocino"
Es un espacio de 300 metros diáfano decorado con esculturas de perros muy graciosos hecho por un artista llamado Felipao. Tiene la particularidad que al llegar al molde 500 lo rompe y no hace más. Son todos personalizados y nunca repite.
Los cuadros que se ven en la tienda son de Ricardo Inbern y Virginia Valdés. Usan materiales tan diversos como la piedra y el barro.
Todo lo que se ve aquí se vende.
A mi me recuerda a las galerías de Nueva York con un toque de calidez que invita a estar en la tienda. La parte de arriba del local se puede alquilar para presentaciones.
La idea de Speed&Bacon es la de acoger y promover a jóvenes diseñadores que empiezan en este mundo del diseño y el arte. Aquí pueden exponer sus creaciones y darse a conocer.
¡¡Me las probé todas!!
Soy una auténtica fan de Marina, es una mujer encantadora y con estilazo.
Martha Pethers, es la diseñadora de estos corsets.
¡Son de película!
Me gustaron mucho los diseños de Pipía y Mila Marcé.
Pipía hace unas diademas monísimas, además de pulseras y todo tipo de bisutería y abalorios.
Mila Mercé hace a medida sombreros y tocados, de los más originales.
Pasé una tarde muy agradable en la tienda de Rocío. Os recomiendo que vayáis. Speed&Bacon está en la calle Don Ramón de la Cruz, 26. Ya veréis el patio interior tan ideal que hay. Fijaos en las bicis, ¡también se venden!.
